lunes, 12 de enero de 2015

CARA DE ORUGA Y OLOR A CUCARACHA

Mariano se había portado mal o no había hecho caso.
Y aunque había pedido perdón y había prometido que no iba a hacerlo más, su mamá le había dicho que esa noche vendría a llevárselo Giuseppe, con su cara de oruga y su olor a cucaracha, y con su bolsa negra.
Y Giuseppe había llegado a la habitación y Mariano parecía dormido; pero se movía.
Al otro día, cuando su papá lo despertó para llevarlo al jardín, Mariano le mostró a Giuseppe, con su cara de oruga y su olor a cucaracha, encerrado en su bolsa negra, y parecía dormido; pero no se movía.
(Con Mariano).